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La ciudad: ese punto muerto de la narrativa nicaragüense. Apuntes sobre la novela "El espectador" de Javier González Blandino

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                                                    Paul Klee -Angelus Novus   Texto: Victor Ruiz En El espectador (2013), primera novela de Javier González Blandino, se presenta una visión de Managua desde las obsesiones oscuras del protagonista. En el siguiente ensayo, Víctor Ruiz comenta alguna de las características de esa mirada.   Afirmar que uno de los rasgos más evidentes de la novela moderna es la radiografía de la ciudad quizá sea superfluo, se ha repetido hasta el cansancio y hemos devorado cantidades ingentes de narraciones en las que la ciudad es un molusco viviente que engulle a sus personajes. Sin embargo, en nuestro contexto literario, pocos han sido los narradores que han tomado a la ciudad como punto de referencia para las ...

El viaje inmóvil de Irene Vallejo. Invitación a la lectura de “El infinito en un junco”

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    Por Víctor Ruiz Lo reconozco: soy un enfermo. Un obsesionado por los libros. Al igual que Borges tengo la pueril esperanza de que el paraíso sea una biblioteca donde pueda satisfacer mis más oscuras perversiones bibliomaníacas. Muchas veces en mi infancia soñé con golosinas que escondía para no compartirlas con mis hermanos; desde mi adolescencia sueño con libros, libros jamás escritos e inencontrables, libros de autores admirados que solo en sueños puedo tocar, acariciar, olfatear y dormir con ellos. Uno de los síntomas de esta enfermedad es la pasión que me despiertan los libros que hablan de otros libros. Algunos de estos forman parte de mi canon personal, vuelvo a ellos en busca de refugio, como se vuelve a las pláticas de viejos amigos con los que se comparte alguna debilidad epicúrea. Menciono algunos solo por el placer de escribirlos y evocarlos: Librerías de Jorge Carrión, Tocar los libros de Jesús Marchamalo, Los libros son tímid...

Poeta chileno de Alejandro Zambra: Otra ronda de cerveza… y poemas

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  Por Víctor Ruiz Leer es una forma de ausentarnos y liberarnos por al menos unas horas del peso, a veces insoportable, de nuestro yo; leemos para viajar, sentir y mirar a través de otros. Pero hay libros que son espejos y a través de las vicisitudes de sus personajes revelan nuestra propia experiencia vital. ¿Quién no ha vivido en carne propia una relación enfermiza como la de Rímini y Sofía en la claustrofóbica novela de Alan Pauls El Pasado o experimentado la vergüenza por el acné como Gabriel Lisboa en Contarlo todo de Jeremías Gamboa ? A esta familia especular pertenece la nueva novela de Alejandro Zambra: Poeta chileno . Mientras leía la historia de Gonzalo y Vicente, sus personajes principales, me fue imposible no verme identificado con su educación sentimental y literaria, difícilmente pude desvincular mi vida de la de ellos, de alguna manera al leerlos me leía a mí mismo; “La voz del poeta se filtra a través del cedazo del lenguaje”, esc...

Las ceremonias del silencio: una experiencia poética

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  Por: Víctor Ruiz En mi experiencia poética con Las ceremonias del silencio de Ana Ilce Gómez, muchas veces me he preguntado las razones por las que constantemente vuelvo a las páginas de este poemario. Debo confesar que pocos son los libros de poesía nicaragüense a los que regreso con esa misma pasión del primer encuentro, leer es tan necesario como respirar, pero es un acto de amor el que nos conduce nuevamente a la intimidad de la relectura. De esa primera experiencia me quedó la impresión de que Las ceremonias del silencio reivindicaba una poesía que exalta la rebelión interior frente al trepidante bullicio exterior, con este libro Ana Ilce Gómez se sumaba a esa tribu de poetas silenciosos como Carlos Martínez Rivas y su Insurrección solitaria , Ernesto Mejía Sánchez y Ensalmos y conjuros, Álvaro Urtecho y su Cantata estupefacta, y un poco más cercanos: Alejandra Sequeira y su Quien me espera no existe , Francisco Ruiz Udiel y ese canto desgarr...

Walter Benjamin, algunas instantáneas.

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Treize –j´eus un plaisir cruel de m´arrèter Sur ce nombre. Marcel Proust Le reploiement vierge du luvre, encore, prète à Un sacrifice dont seigna la tranche rouge des Anciens tomes; l´intruduction d´une arme, ou Coupe-papier, pour établir la prise de posesión. Sthéphane Mallarmé I. Los libros y las prostitutas pueden llevarse a la cama. II. Los libros y las prostitutas entrecruzan el tiempo. Dominan la noche como el día y el día como la noche. III. Nadie nota en los libros ni en las prostitutas que los minutos les son preciosos. Sólo al intimar un poco más con ellos, se advierte cuanta prisa tienen. No dejan de calcular mientras nosotros nos adentramos en ellos. IV. Los libros y las prostitutas se han amado siempre con un amor desgraciado. V. Los libros y las prostitutas tienen cada cual su tipo de hombre que viven de ellos y los atormentan. A los libros, los críticos. VI. Libros y prostitutas en casas públicas… para estudiantes. VII. Libros y prostitutas: raras veces verá su final qui...

Cuaderno de escritura (Elipsis Elizondianas)

Elizondianas I Como apenas formas de signos vislumbramos las palabras: estado de larva temblante sobre la mesa, preparando su epifánica asunción a mosca. Plasmamos la escritura en el primer intento, sumidos entre el sueño y la vigilia, garabateamos poseídos por intangible entidad vaginal: desnudo fantasma crepitando en lo nulo, donde forma ovoide en fuerza concentrada somos, oblicua ansiedad de reventar sobre la pupila ontológica de ser (al fin) en vacua incertidumbre de silencio el dedo en ascua del padre descendiendo a lo concreto, a la carne inerme y sin conciencia que espéralo de-s-édenica. Amorfa aún, veremos como se define la estructura del símbolo que media entre la mente y el espacio: amalgama de fonemas concatenándose unos a otros. Luego, esta tímida sintaxis pueril soportará los embistes del párpado suspendida del insomnio: relectura insana de totémico modernizado bajo mercurio fosforescente gravitando, quien decidirá el reposo del vástago sobre la mesa o el olvido arrojad...

Notas al pie del insomnio, Victor Ruiz

Notas al pie del insomnio (Fragmentos del ojo) I Escala la materia sobre blanco sin sueño ojo, fétido esférico hendido en la quietud de la mosca. Enróscase el verbo en la gangrena del sueño, y la palabra, pústula insomne en página, nada es. II Nada, en pústula insomne, la palabra es. Sólo un blanco esférico fétido hendido ojo; inmóvil mosca, no coleóptero pendejo insecto, crisálida larva colgando de la risa, el sueño soñado del ojo. III Verbo larva y garbo insecto. No blanco infecto insomne Colgante de la risa. Glóbulo infesto acecha insomne al logo, su sintaxis, su dormida gramática en lo vacío.

Relatos de Javier González Blandino, ganador del Concurso Nacional de Literatura "Mariano Fiallos Gill", 2007

Rompemos el mutismo en que nos ha sumergido la monotonía del trabajo con dos narraciones del joven escritor Javier Gonzalez Blandino, estudiante de la carrera de Filología de la UNAN-Managua. El lector encontrará en este par de textos un lenguaje riguroso, trabajado con la paciencia del cirujano. Sóla será la presentación de este autor, espero lo gocen. Gramma Umbrae ¿En dónde estabas...? ¿En dónde te encontré sin saberte? Venite. Tomá mi mano, sus cinco plurales intermitentes. Yo te he seguido desde hace treinta pasos atrás cuando quemamos piras con tu cuerpo desmembrado en aquel acantilado de piedras bruñidas ¿te acordás? No me mirés. Alguien aquella tarde desvanecida, aquella tarde desenterrada te susurró mi pecado, con una voz de secreto mi crimen, mientras vos le escuchabas con tus ojos entreabiertos como dos grietas sopladas en la niebla, y sonreístes. No fue mi culpa. Tu cuerpo es un puñado de despojos infames, de órganos escupidos en algún callejón olvidado. No te volteés hacia...

Un poema de Cesare Pavese

VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS Vendrá la muerte y tendrá tus ojos esa muerte que nos acompaña desde el alba a la noche, insomne, sorda, como un viejo remordimiento o un absurdo defecto. Tus ojos serán una palabra inútil, un grito callado, un silencio. Así los ves cada mañana cuando sola te inclinas ante el espejo. Oh, cara esperanza, aquel día sabremos, también, que eres la vida y eres la nada. Para todos tiene la muerte una mirada. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. Será como dejar un vicio, como ver en el espejo asomar un rostro muerto, como escuchar un labio ya cerrado. Mudos, descenderemos al abismo.

Tres poemas de Victor Ruiz

Atavismo adánico Se escribe siempre al filo de la Nada. Edmond Jabès. Nombraremos, entonces, el abismo, su silencio inaudito ante pasmosa inexorable nada. Al filo de la noche el reflejo trazaremos de las cosas, por la palabra, apenas aludidas. Será como parir el lenguaje de Adán, frente al mudo sin mácula cuerpo de Eva: objeto omitido del signo, libre de significados insignificantes; sólo un referente de carne sin nombre, y él, sin más palabras que el asombro ante tanta materia afónica. Desde el vértigo del verbo: el NO de la escritura, gélido mutismo vertical, impónese en la página aferrada a lo incierto. Quedará sobre lo blanco la huella del azar de nuestra mano, el párpado extenuado en la vigilia y nosotros al acecho del vacío. El Crucero/03/Dic./2006